En ocasión de la presentación de la escultura de “Negrazón y Chaveta”, uno de los hijos de Alberto Pío Cognigni, Mariano, destacó que “Bell Ville nunca se ha olvidado de mi padre, por lo que los agradecidos somos nosotros. A pesar del paso de las generaciones, aun los más jóvenes saben quién fue Cognigni y recuerdan su obra”.
Y agregó: “El de hoy fue un momento maravilloso como otros que se repiten cada tanto para continuar con la memoria vigente”.
Por su parte, María Ema, hija también del humorista gráfico, dijo que “para nosotros Bell Ville no solo significa la cuna de nuestros padres, sino que también son nuestras raíces, familias y mucha gente a la que queremos mucho. Venir para nosotros es una fiesta y mucho más concurrir a este encuentro”.
Asimismo, felicitó a los autores de los dibujos porque, indicó, “parecen hechos por nuestro viejo. Felicitaciones para ellos”.
Mariano sostuvo también: “hemos venido en patota. Hemos invadido Bell Ville los Cognigni y además queremos agradecer como cuando en su oportunidad se inauguró el auditorio, el hecho de que esté al lado del río, porque el recuerdo de mi padre del Ctalamochita es tan importante como para todos los bellvillenses”.
Calificó como “maravilla” que el anfiteatro esté junto al río y valoró que se lo haya renovado con muralismo y gran colorido, “sumado a la escultura inaugurada en el mismo homenaje, es el broche de oro y la frutilla del postre”, aseguró.
“Es significativo que no solo sobreviva su nombre, sino también sus personajes; que la gente sepa de qué se trata, por lo que ahora tenemos un auditorio renovado con las pinturas y las esculturas. Es una maravilla para recordar su nombre y la obra de mi papá. Trascender con tu obra, más allá de tu nombre, es el mayor deseo de cualquier artista”, señaló.
Agradeció a la actual administración municipal y a gestiones anteriores, “porque siempre fuimos muy bien tratados. Salió todo de maravillas y hasta el día nos acompañó”.
